domingo, 6 de noviembre de 2016

COCO CHANEL, LA DAMA DE TODOS LOS TIEMPO..



 Coco Chanel





Su verdadero nombre Gabrielle Bonheur; nacida 

en Saumur, Francia, 1883 - París, 1971) exquisita 

Modista francesa que revolucionó la moda y el 

mundo de la alta costura de los años de

 entreguerras. Rompiendo con la acartonada 

elegancia de la Belle Époque, su línea informal 

y cómoda liberó el cuerpo femenino de corsés y 

de aparatosos adornos y expresó las aspiraciones 

de libertad e igualdad de la mujer del siglo XX.










De  ideas revolucionarias, la cual la convirtió en una de las 

diseñadoras más innovadoras hasta nuestros días. Chanel

 se atrevió a tomar prendas tradicionalmente masculinas 

y rediseñarlas para el beneficio de las mujeres.


Nacida en el seno de una familia humilde, a los 12

 años perdió a su madre, víctima de la miseria y de

 los embarazos (Gabrielle tenía cuatro hermanos 

a los que llegó a pagar para que fingieran que no

 existían). Su padre, un vendedor ambulante,

 entregó a la pequeña Gabrielle al cuidado de unas

 monjas en un hospicio de Corrèze, donde pasó los

 siguientes seis años aprendiendo a coser. Para

 entonces, la que luego sería Coco Chanel se había

 convertido en una fantasiosa adolescente de

 diecisiete años que no aceptaba su pasado, 

y comenzó a inventar una biografía llena 

de novelerías.






Sus ansias de libertad e independencia la 

empujaron a abandonar el orfanato y a colocarse

 como dependienta en una mercería de Moulins,

 trabajo que compaginaba con sus actuaciones en La

 Rotonde, un lugar de diversión para los oficiales del

 ejército, donde dejaba oír su voz con temas como 

Ko ko ri ko y Qui qu'a vu Coco?, una tonadilla 


popular que narraba la historia de una muchacha


que había perdido a su perrito Coco. Fue allí donde 

comenzaron a llamarla la petite Coco, el nombre 

con el que luego se haría conocida y entraría en la

 leyenda. Es posible que por esa misma época

 sufriera un aborto que le provocaría la esterilidad 

de por vida, hecho que sin embargo no ha podido

 precisarse.







Convertida desde los años 20 en la gran dama de la 

moda francesa, su influencia se extendería después 

en prácticamente todos los ámbitos, desde el corte 

de pelo hasta los perfumes, pasando por los zapatos 

y complementos. En cierto sentido, ella misma fue

 la principal modelo de su firma: delgada, con poco 

pecho y el pelo corto, con ropa ancha y cómoda, 

Chanel se convirtió en el prototipo de garçonne, en 

un símbolo de la mujer moderna, activa y liberada.

 Y la imagen de la misma Chanel fue admirada 

e imitada por millones de mujeres.










Con apenas veintidós años, se enamoró

perdidamente (aunque siempre lo negó) de Étienne 

Balsan, un joven burgués adinerado con el que 

mantuvo una relación de seis años. Balsan la 

arrancó de su vida provinciana para mostrarle una 

existencia de lujo y ocio entre fiestas y carreras de 

caballos. Pero Coco quería trabajar, así que habló 

con Balsan para que éste financiara la apertura de 

una sombrerería; mientras él maduraba la idea, ella 

aprovechó para fugarse a París con Arthur Boy 

Capel, un jugador de polo que era uno de los 

mejores amigos de su amante.







Ya en París, Mademoiselle Coco seguía aferrada a la 

idea de abrir una casa de modas; sin embargo, 

como Capel no tenía dinero, se vio obligada a 

pedírselo a su antiguo amante. En 1914 compró en 

las Galerías Lafayette varias docenas de sombreros 

que ella misma reformó y luego los sacó a la venta. 

Ante el inesperado éxito obtenido, no lo dudó ni 

un momento: lanzó su propia línea de moda, que 

consiguió notable aceptación entre sus clientes, 

muchas de las cuales eran antiguas amantes 

de Balsan.







Con los beneficios abrió su primera tienda en el 

número 21 de la rue Cambon y poco después se 

lanzó a la apertura de una segunda en la elegante 

y veraniega villa de Deauville, donde impuso su 

moda entre la gente "chic" de la época, y luego 

una tercera casa en Biarritz. Para entonces Coco 

tenía bajo sus órdenes a 300 empleados; pero, en el 

terreno sentimental, las cosas no le iban tan bien. 

Los rumores de infidelidad que corrían sobre Capel 

se vieron confirmados cuando él le comunicó que 

la dejaba por una aristócrata, con la que se 

casó en 1919.


Terminada la guerra, Gabrielle volvió a París, se 

instaló en el Hotel Ritz y se volcó en su negocio, que 

no tardó en hacer prosperar, ayudada por revistas y 

periódicos de todo el mundo que difundieron su 

estilo. En 1929, el crack de Wall Street obligó a 

reducir la plantilla de la empresa (que por entonces 

contaba con 4.000 trabajadores) a la mitad. Los 

precios de los exclusivos diseños de Chanel se 

redujeron considerablemente, pero ni siquiera de 

esta forma consiguió levantar la firma. Coco Chanel 

cerró sus salones y decidió marcharse a 

Norteamérica durante un tiempo, reclamada por el 

productor de cine Samuel Goldwyn, que le ofreció la 

posibilidad de vestir a las estrellas dentro y fuera de 

la pantalla.







Durante esta etapa pasaron por su vida Igor 

Stravinsky, el duque Dimitri de Rusia, el duque de 

Westminster (que la abandonó tras diez años de 

relaciones porque no podía darle hijos) y, 

finalmente, cuando ya tenía casi cincuenta años, el 

artista Paul Iribe, en el que creyó haber encontrado 

al hombre de su vida. Por desgracia, en 1933 falleció 

de un  infarto tras un partido de tenis.


Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial Coco 

hubo de cerrar de nuevo sus salones, pero continuó 

viviendo en la capital parisina. Conoció entonces a 

un diplomático alemán, Hans von Dincklage, que se 

convirtió pronto en su amante. En agosto de 1944 

fue detenida bajo la acusación de colaboracionismo 

y,tras este episodio, se exilió en Suiza. Durante los 

años en que permaneció retirada del mundo de la 

moda asistió al triunfo del "New Look" que imponían 









En 1954, con setenta y un años, reabrió su casa de 

modas porque, como le dijo a Marlene Dietrich, se 

aburría. Consumida por el reumatismo y la artritis, 

pero sin haber dejado ni un momento de poner 

alfileres (Coco no sabía dibujar ni hacer bocetos, de 

forma que creaba sus diseños sobre las propias 

modelos), murió el 10 de enero de 1971. Ese día 

había salido con su amiga Claude Baillen a dar un 

paseo; cuando regresaron, fatigada, Coco se tendió 

en su cama del Hotel Ritz y le dijo: "Mira, así se 

muere".







Cuando el 28 de junio de 1914 estalló la Primera 

Guerra Mundial, Coco se dio cuenta que los nuevos 

tiempos exigían un estilo mucho más deportivo y 

funcional, adaptado a las nuevas circunstancias. 

Lo primero que hizo fue suprimir el corsé del traje 

femenino para dar mayor libertad de movimientos a 

las mujeres. Dos años más tarde introdujo el punto 

en sus colecciones, un tejido que nadie había 

utilizado hasta entonces para la alta costura pero 

que encantó a sus clientes. Con punto confeccionó 

el jersey, una prenda casi masculina, que fue 

seguida de la charming chemise dress, un vestido-

camisa sin cintura ni adornos que realzaba el busto 

femenino, sobre el que se imponía llevar perlas.









Sus innovaciones fueron aún más lejos: no sólo 

se atrevió a acortar la longitud de las faldas y a 

descubrir el tobillo femenino, sino que forzó las 

mujeres a cortarse el pelo cuando una noche 

apareció en la Ópera con el cabello corto. Acababa 

de crear el estilo garçon, que marcó el final de una 

época. Tuvo la audacia de exponerse al sol cuando el 

broceado se consideraba sinónimo de plebeyez, y 

también de imponer su extrema delgadez (fruto, por 

otra parte, de las privaciones que le imponía la 

guerra) a todas sus clientes.


En este innovador estilo realizó faldas plisadas 

de estilo marinero, trajes de talle bajo, pijamas 

playeros, impermeables e, incluso, ¡pantalones 

femeninos! Fue ella quien lanzó el impermeable, 

los trajes de tweed escocés con bisutería llamativa, 

el zapato de punta redonda y, por supuesto, el 

célebre bolso con cadenitas doradas que se llevaba 

en bandolera. Creó también el célebre traje negro (la 

petite robe noire) que, en diversos modelos, ha sido 

desde entonces portada de todas las revistas de 

modas. Y no cabe olvidar el conjunto que lanzó en 

1925 y que se convertiría en la estrella de la firma: 

un traje con falda y chaqueta a juego, de manga 

larga, sin cuello y ribeteado.





     





Con todo, el vástago más famoso de la Maison

 Chanel nació en 1923, fruto de la unión con Ernest

 Beaux: el perfume Chanel nº 5. Se trataba de una 

mezcla única de aldehídos y sustancias florales 

destinada a terminar de una vez con los afectados 

polvos perfumados de violeta de las décadas 

precedentes. Elevado a la categoría de mito en su 

tiempo y aún hoy uno de los más vendidos del

 mundo, su inmenso éxito facilitó el sostén de su 

imperio. Fue la actriz Marilyn Monroe quien convirtió 

la fragancia en un símbolo cuando, durante una 

entrevista, aseguró a los reporteros que unas gotas 

del nº 5 era lo único que llevaba puesto para dormir.










Luego llegaron otros perfumes, el nº 22, el nº 19 

(que conmemora la fecha del nacimiento de

 Madame), Cristalle y Antaeus (para hombre). Ya

 después de su muerte, y gracias a Karl Lagerfeld,

 la casa Chanel pudo recobrar, a partir de 1983, 

su anterior esplendor. La firma lanzó en 1984 Coco

denominado así para continuar con la tendencia

 impuesta por ella de asociar su nombre al de sus 

aromas; y en 1990 nació Egoïste, una esencia para

 hombre que consiguió dominar el mercado durante

 los últimos años del siglo XX.



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