domingo, 17 de septiembre de 2017

ATENCIÓN MUJERES!!!







Salva tu vida!!!






Mi mama tenía muchos problemas. 

No dormía y se sentía agotada. 

Era irritable, gruñona y amargada. 

Siempre estaba enferma, hasta que un día, 

de pronto, ella cambió.


La situación estaba igual, pero ella era distinta.
 
Cierto día, mi papa le dijo:


- Amor, llevo tres meses buscando empleo 

y no he encontrado nada, voy a tomarme

 unas cervecitas con los amigos.

 
Mi mama le contestó:


- Está bien.
 
Mi hermano le dijo:

- Mamá, voy mal en todas las 

materias de la Universidad...

 
Mi mama le contestó:


- Está bien, ya te recuperarás, y si

 no lo haces, pues repites el semestre, 

pero tú pagas la matrícula.









Mi hermana le dijo:

- Mamá, choqué el carro.

 
Mi mama le contestó:


- Está bien hija, llévalo al taller, 

busca cómo pagar y mientras 

lo arreglan, movilízate en autobús

 o en el metro.

 
Su nuera le dijo:

- Suegra, vengo a pasar 

unos meses con ustedes.


 
Mi mama le contestó:


- Está bien, acomódate en el sillón 

de la sala y busca unas cobijas

 en el clóset.

 
Todos en casa de mi mamá nos 

reunimos preocupados al ver 

estas reacciones.






Sospechábamos que hubiese ido 

al médico y que le recetara unas 

pastillas de "me importa un carajo 

de 1000 mg"


Seguramente también estaría 

ingiriendo una sobredosis.


Propusimos entonces hacerle una

 "intervención" a mi mamá para 

alejarla de cualquier posible adicción

 que tuviera hacia algún medicamento

 anti-berrinches.

 
Pero cuál no fue la sorpresa, 

cuando todos nos reunimos 

en torno a ella y mi mamá 

nos explicó:

 
"Me tomó mucho tiempo darme 

cuenta de que cada quien es 

responsable de su vida, me tomó

 años descubrir que mi angustia, 

mi mortificación, mi depresión, 

mi coraje, mi insomnio y mi estrés, 

no resolvían sus problemas sino

 que agravaban los míos.


Yo, no soy responsable de las 

acciones de los demás, pero sí 

soy responsable de las reacciones 

que yo exprese ante eso.


Por lo tanto, llegué a la conclusión 

de que mi deber para conmigo misma, 

es mantener la calma y dejar que 

cada quien resuelva lo que le 

corresponde. 







 
He tomado cursos de yoga, 

de meditación, de milagros, de 

desarrollo humano, de higiene 

mental, de vibración y de 

programación neurolingüística,

 y en todos ellos, encontré un 

común denominador: finalmente 

todos conducen al mismo punto.


Y, es que yo sólo puedo tener

 injerencia sobre mí misma, 

ustedes tienen todos los recursos

 necesarios para resolver sus 

propias vidas.


Yo sólo podré darles mi consejo 

si acaso me lo piden y, de ustedes 

depende seguirlo o no. 





 
Así que, de hoy en adelante, 

yo dejo de ser: el receptáculo 

de sus responsabilidades, el costal 

de sus culpas, la lavandera de sus 

remordimientos, la abogada de sus

 faltas, el muro de sus lamentos, la 

depositaria de sus deberes, quien

 resuelve sus problemas ó su llanta 

de repuesto para cumplir sus

 responsabilidades.


A partir de ahora, los declaro a todos 

adultos independientes y autosuficientes.

 
Todos en casa de mi mamá se quedaron mudos.


Desde ese día la familia comenzó a 

funcionar mejor, porque todos en la 

casa saben exactamente lo que les 

corresponde hacer.



Autor:

¡¡¡UNA MUJER FELIZ!!!






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