Salva tu vida!!!
Mi mama tenía muchos problemas.
No dormía y se sentía agotada.
Era irritable, gruñona y amargada.
Siempre estaba enferma, hasta que un día,
de pronto, ella cambió.
La situación estaba igual, pero ella era distinta.
Cierto día, mi papa le dijo:
- Amor, llevo tres meses buscando empleo
y no he encontrado nada, voy a tomarme
unas cervecitas con los amigos.
Mi mama le contestó:
- Está bien.
Mi hermano le dijo:
- Mamá, voy mal en todas las
materias de la Universidad...
Mi mama le contestó:
- Está bien, ya te recuperarás, y si
no lo haces, pues repites el semestre,
pero tú pagas la matrícula.
Mi hermana le dijo:
- Mamá, choqué el carro.
Mi mama le contestó:
- Está bien hija, llévalo al taller,
busca cómo pagar y mientras
lo arreglan, movilízate en autobús
o en el metro.
Su nuera le dijo:
- Suegra, vengo a pasar
unos meses con ustedes.
Mi mama le contestó:
- Está bien, acomódate en el sillón
de la sala y busca unas cobijas
en el clóset.
Todos en casa de mi mamá nos
reunimos preocupados al ver
estas reacciones.
Sospechábamos que hubiese ido
al médico y que le recetara unas
pastillas de "me importa un carajo
de 1000 mg"
Seguramente también estaría
ingiriendo una sobredosis.
Propusimos entonces hacerle una
"intervención" a mi mamá para
alejarla de cualquier posible adicción
que tuviera hacia algún medicamento
anti-berrinches.
Pero cuál no fue la sorpresa,
cuando todos nos reunimos
en torno a ella y mi mamá
nos explicó:
"Me tomó mucho tiempo darme
cuenta de que cada quien es
responsable de su vida, me tomó
años descubrir que mi angustia,
mi mortificación, mi depresión,
mi coraje, mi insomnio y mi estrés,
no resolvían sus problemas sino
que agravaban los míos.
Yo, no soy responsable de las
acciones de los demás, pero sí
soy responsable de las reacciones
que yo exprese ante eso.
Por lo tanto, llegué a la conclusión
de que mi deber para conmigo misma,
es mantener la calma y dejar que
cada quien resuelva lo que le
corresponde.
He tomado cursos de yoga,
de meditación, de milagros, de
desarrollo humano, de higiene
mental, de vibración y de
programación neurolingüística,
y en todos ellos, encontré un
común denominador: finalmente
todos conducen al mismo punto.
Y, es que yo sólo puedo tener
injerencia sobre mí misma,
ustedes tienen todos los recursos
necesarios para resolver sus
propias vidas.
Yo sólo podré darles mi consejo
si acaso me lo piden y, de ustedes
depende seguirlo o no.
Así que, de hoy en adelante,
yo dejo de ser: el receptáculo
de sus responsabilidades, el costal
de sus culpas, la lavandera de sus
remordimientos, la abogada de sus
faltas, el muro de sus lamentos, la
depositaria de sus deberes, quien
resuelve sus problemas ó su llanta
de repuesto para cumplir sus
responsabilidades.
A partir de ahora, los declaro a todos
adultos independientes y autosuficientes.
Todos en casa de mi mamá se quedaron mudos.
Desde ese día la familia comenzó a
funcionar mejor, porque todos en la
casa saben exactamente lo que les
corresponde hacer.
Autor:
¡¡¡UNA MUJER FELIZ!!!
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