¡Las mayores también
tienen sus encantos!
Al referirme recientemente al tema del “por qué los maduros
las prefieren jóvenes”, recibí una lluvia de comentarios a través
de mi chat personal, donde muchas treintonas, cuarentonas y más,
me decían que “también a ellas las prefieren” y tuve que decirles que
esa gran inclinación que se tiene por ellas, es justamente porque a partir
de esa edad empiezan a vestirse de recuerdos, adornan sus rostros
con vivencias y experiencias. Son las únicas capaces de convertir los
deseos sexuales en una deliciosa obra de arte y como dice el escritor
y poeta Oscar de La Mota:
“Ella es dueña de ti, dueña de la noche, dueña del momento,
y quizás… si ella lo permite, sea tu el dueño de la mañana”.
Y como también nos dice el poeta Jorge Eduardo Cinto en su bello
poema: ojo con ellas...
“saben de la vida y de tu hambre,...porque con su cuerpo
han sabido saciarlas, saben de amor en todos sus colores,
desde el rojo resplandor hasta el mustio gris”.
Es una mujer que ya adquirió la madurez deseada por todos;
que suele portar en su cartera unas fotos, un perfume y algunas
lágrimas, porta también en su mirada una gran decisión y por
eso no suele aceptar imposiciones.
Como diría Ricardo Arjona:
“Es una amalgama entre experiencia y juventud”.
Esa experiencia que conforma su vida y esa juventud que adorna
su incomparable belleza. Su perfil está revestido de un encanto sin igual;
esa mujer que siempre sabe lo que quiere, que aunque sea un amor
del momento y que en ocasiones puede resultar un tormento.
Como dice Marcial Salaverry en uno de sus poemas:
“Tiene que saber amar, el que una
mujer madura quiera conquistar”.
Es la mejor edad, es la edad de la razón. Comprensiva, sensata
y sobre todo endiabladamente seductora. Casi todas, hoy están
casadas o divorciadas y vueltas a casar y otras preservan su
soltería con una independencia que hace de sus vidas
un ensueño.
"Son maravillosas, saben dónde van, siempre están seguras
de si mismas, de lo que quieren y con quienes lo quieren".
La mayoría de las veces no se detienen a analizar lo que tú piensas
en torno a lo que hacen, su seguridad le da firmeza. Con su cuerpo
lleno de dulces experiencias, arrugas de pasión, su erotismo prevalece
a los pies de la sensualidad, haciendo caer de rodillas a todos los
buenos amantes, que, embriagados por el deseo de amar, caen posados
en sus brazos y cabalgando unidos te llevan al firmamento, donde ven
las estrellas venir a su encuentro y escuchar el reiterarte una vez y otra
vez, que eres y serás por siempre, su adorado tormento.
Texto: Ing. Ramon Leonardo
Comentario
Claro que si Maestro! Sin lugar a dudas ....
Tenemos un encanto que nos encanta a nosotras mismas!!
Encantó que es valorado por los hombres sensatos y decididos
a vivir y hacer revivir los momentos de comprensión , amor y
pasión que ante tuvo, con ella misma o con su nueva madura!
Y muy cierto también muchos nos prefieren e incluso jóvenes
inquietos y apasionados, qué llegan por una curiosidad, un
interés marcado o simplemente por un aparente aprendizaje,
y en muchos casos quedan prendados de esa madura, de su
erótica entrega , de la sapiencia del kamasutra, de los tiernos,
apasionados y locos momentos envueltos entre sábanas húmedas,
alfombras empolvadas o fríos pisos, del dormir borrachos de amor
o de copas pasadas y de despertar con un caliente te, igual un café
y un sabroso caldo que le devolverá las fuerzas agotadas para volver
a iniciar lo inconcluso de la noche!
Y como dice usted maestro, llegando a convertir esos deseos
sexuales en toda una deliciosa obra de arte, diría yo, majestuosa!
Porque ciertamente sabemos de la vida y del hambre del hombre
que llega hasta sin palabra alguna, a nuestra vida, a nuestro momento,
pidiendo saciarla! Pero también las maduras se dan a sus maduros,
a sus parejas de toda una vida, los hacen sentir verdadeeos hombres,
verdaderos machos, con su piel talvez cansada pero con la inmensa
experiencia de los años vividos , de pasiones adquiridas y jamás
olvidadas, del Amor y la entrega que para ella encierra, estar al
lado del hombre que alguna vez le gustó por joven, por pícaro,
por apasionado, por bello o guapo, y hoy aún transcurrido el
tiempo puede unirse a él con la pasión vehemente que le
permiten sus años!
Pero si de solteras maduras se trata , muchas hay, con las
cualidades y encantos para atraer y retener un amor de paso,
de un noche, un día o para todo lo que le resta de su vida , pues
sabe lo que quiere y lo que no, pues tiene la edad de la razón y
también la del Corazón, la razón para pensar tan solo un momentito
si le da riendas sueltas a la edad del Corazón !
O simplemente seguir siendo un amor, un adorado tormento!
Lucul Luciano.-
Aquí, creo que como comentario debe ir mi artículo
completo. Tus lectores merecen conocerlo...
Increíble! La descripción exacta de una mujer harta
de ser juguete; decisiva; que supo decirse a sí misma:
“me toca a mi”.
Esa que sale vestida de recuerdos y experiencias; aquella
que no permite estupideces; que será la lotería de un hombre
maduro que sepa actuar pero que no le venga con tonterías al
abrir la boca, que no le hable de la “otra” y su fracasada vida;
que sepa bailarla y musitar palabras a su oído que la
instigue a continuar...
Esa que sabrá convertir una noche ordinaria en extraordinaria;
que se hará dueña del deseo volviéndolo arte; que querrás
continuar buscando la miel de sus besos pero no depende de ti.
No preguntes nombres ni direcciones ni contactos, la información
saldrá si la mereces. No exijas volver a verla, (aunque tus poros
suden por ello), deja que la ola te arrastre, que el tiempo se
detenga, -pero no sus caricias-, respira profundo y ámala como
quizás nunca lo hiciste o supiste, ella vive el momento,
su momento, y nada ni nadie podrá romper su magia.
El truco es responder
con hombría, con caricias creadas de un deseo por el asombro
de una intriga, no hables de más ni de menos, actúa, lánzate
en clavado a ese océano que espera, nada con brazos, piernas,
vientre, corazón...
Oportunidades como ésta no aparecen fácilmente.
Gradúa tu hombría en el diploma de sus curvas
y explora cada pulgada del cuerpo que espera.
No enciendas la luz, camina sin miedo en ese desconocido
cuarto de hotel, piensa que has estado y no cometas la
estupidez de parecer un cadete cuando ella te ha dado el
rango de general. Sólo bésala y déjala fluir como el agua
de una cascada golpeando piedras gigantes al descender.
Ella es dueña de ti; dueña de la noche; dueña del momento!
Quizás, y si ella lo permite, seas tú el dueño de la mañana!!
Oscar Delamota
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