miércoles, 9 de agosto de 2017

MARGARITA C. DE FERNANDEZ, EL PROGRESO DE LA MUJER LATINOAMERICANA







El Progreso de la mujer


 latinoamericana







Hasta hace poco, resultaba poco atractivo desde el punto


 de vista político, colocar el empoderamiento económico 


de la mujer en el centro de las acciones de gobierno. El arte 


de gobernar parecía ser un tema esencialmente masculino, 


que perpetuaba las prácticas de discriminación.




Afortunada y prácticamente la unanimidad de los gobiernos 


de América Latina y El Caribe, han comprendido el cambio 


de época que vivimos y se han montado en el tren del progreso


 económico y social de la mujer, claro está, con sus altas y sus


 bajas. No cabe duda que el desarrollo que ha experimentado


 la región en los últimos 15 años, ha sido producto de la 


notable inserción de la mujer en todos los ámbitos 


de la sociedad.









Sin embargo, surgen graves advertencias que requieren la 


atención de la sociedad. El reciente Informe sobre el Progreso 




los efectos de la desaceleración de las economías, la polarización


 social, la desconfianza en los gobiernos y, en algunos casos,


 las crisis políticas; situaciones que amenazan el avance de 


la agenda de la equidad de género en la región.















Como muestra el informe, la participación laboral de la 


mujer es más sensible a los vaivenes del crecimiento económico,


 lo que indica que, en un contexto de crisis económica, el ingreso


 femenino disminuye considerablemente y, por ende, sufre la 


economía familiar. De igual forma, a pesar de que la región ha 


tenido una disminución de la pobreza constante en los últimos 


15 años, resulta contraproducente el que el índice de feminidad 


de la pobreza ha aumentado 11 puntos en igual período. 


En el 2014, el porcentaje de mujeres pobres era 18% 


superior al de los hombres.




La mejor descripción de lo que ha sucedido en América Latina 


y El Caribe con la mujer es que hemos vivido una “revolución 


silenciosa, incompleta y desigual en las dinámicas familiares”. 


Ha disminuido la tasa de fecundidad, ha aumentado el nivel


 educativo de la mujer y ha crecido su participación en la 


economía. 








Poco a poco, el modelo de “hombre proveedor” y


 “mujer ama de casa”, se va convirtiendo en una reliquia


 del pasado.




Sin embargo, a pesar de que contribuimos más a los ingresos 




realidades sociales que demandan nuestra atención. El embarazo


 adolescente, la violencia de género, la inestabilidad de los vínculos


 familiares y la responsabilidad desproporcionada que lleva la 


mujer en el cuidado del hogar, se erigen como limitaciones al 


avance de una verdadera equidad de género.




Al contrario de otros países de la región, la República 


Dominicana continua experimentando un crecimiento 


económico muy favorable, que nos coloca en una posición 


envidiable para continuar impulsando el avance de la mujer.










 Lo que significa que tenemos una gran oportunidad de


aportar a la superación de los obstáculos del empoderamiento 


económico de la mujer y generar avances más significativos 


en los indicadores fundamentales de la igualdad de género.








Donde hay mujeres empoderadas, las sociedades progresan. 


Tal y como lo plantea el informe, en el largo plazo, el progreso


 de las sociedades y las economías está supeditado al pleno


 aprovechamiento de las aptitudes y capacidades de todas 


y de todos. 



                                           

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MUJERES DE 40 Y MÁS...

La mágia de la madurez Una revista británica ha realizado una e...