sábado, 18 de febrero de 2017

CARTA A UNA HERMANA.





                   
 PARA TÍ HERMANA QUERIDA






Una mujer estaba sentada en un sofá, tomando

 té helado con su madre.


Mientras hablaban de la vida, el matrimonio, 

las responsabilidades y las obligaciones 







de la edad adulta, la madre hizo sonar los cubos 

de hielo en su vaso fuertemente y luego miro

 fijamente a su hija.


  'Nunca te olvides de tus hermanas' le advirtió, 

dando vueltas a las hojas de té en el fondo de su vaso.

 'Ellas se volverán cada vez más importantes con el paso

 del tiempo. No importa cuánto ames a tu esposo, 

no importa cuánto ames a los hijos que tengas, 

vas a necesitarlas.





Recuerda salir con ellas siempre, hacer cosas con ellas

 siempre. Recuerda que cuando hablo de tus Hermanas me

 refiero a TODAS las mujeres... tus amigas, tus hijas, y todas

 las otras mujeres que estén ligadas a ti. Las vas a necesitar.










Ella escuchó a su madre. Mantuvo contacto con sus 

hermanas y cada vez tuvo más amigas con el paso de 

los años. Conforme estos fueron pasando, uno tras otro, 

ella fue entendiendo, gradualmente, a lo que su Madre 

se refería.




Conforme el tiempo y la naturaleza presentan sus 

cambios y sus misterios en la vida de una mujer, 

tus verdaderas Hermanas siempre permanecen.


Después de años de vivir en este mundo, esto es

 lo  que he aprendido:









          El tiempo pasa.

          La vida ocurre.

          Las distancias separan.

          Los hijos crecen.

          Los trabajos van y vienen.





      


    La pasión disminuye.

          Los hombres no siempre hacen lo que se 

supone que deberían hacer.

          El corazón se rompe.

          Los padres mueren.

          Los colegas olvidan los favores recibidos.

                     Las carreras o profesiones llegan a su fin.                               

PERO..........
           





Tus Hermanas siempre están ahí, no importa cuánto tiempo

 ni cuantos kilómetros haya entre ustedes. Una amiga nunca

 está demasiado lejos para llegar a ella cuando la necesitas.



Cuando tienes que caminar por un valle solitario y tengas

 que hacerlo por ti misma, las mujeres de tu vida, estarán

 alrededor del valle, alentándote, orando por ti, empujándote,

 interviniendo por ti, y esperándote con los brazos abiertos 

al final del camino. Algunas veces, incluso romperán las

 reglas y caminarán a tu lado...


 O te llevarán cargada. 





   
           Amigas, hijas, abuelas, madres, hermanas, suegras,

 nueras, cuñadas, nietas, tías, primas, sobrinas: son una

 bendición en la vida!






Cada día, seguimos necesitándolas. 







No hay comentarios:

Publicar un comentario

MUJERES DE 40 Y MÁS...

La mágia de la madurez Una revista británica ha realizado una e...