La antesala de un adiós…!!!
Como cada Domingo Siguiendo el artículo del Ing. Ramón
Leonardo, se me hace imposible pasar por alto sus
emotivas y acertadas palabras, salidas de la
inspirada musa de su ser.
emotivas y acertadas palabras, salidas de la
inspirada musa de su ser.
He aquí uno de los momentos mas triste del ser humano...
El adios..
Que difícil resultan las antesalas. Crean siempre
incertidumbres. La inquietud de saber cuál será el final,
te mantiene permanentemente sumido en un letargo.
De todas las antesalas, la más engorrosa, la más
inmanejable, la que encierra mayor carga de melancolía,
es la antesala de un adiós. La dificultad radica en pensar
que ya tu tendrás que apartarte o alejarte para siempre
de alguien a quien quisiste desmedidamente, pero su
indefinición en su accionar y sus mentiras, te llevan
a ver y entender que el adiós es el antídoto para
borrar los recuerdos y contrarrestar los efectos
nocivos de unos sueños que
murieron dentro de ti.
Cuando se acaba ese último pálpito de amor
y el corazón deja de latir al pensarlo,
y ese rayo de luz que nos recuerda aquel quemante
sol que ahora se ha perdido en el lejano horizonte
produciendo un frío profundo que te quema y te induce
a un inevitable desenlace y te hace escuchar esa muda
voz que proviene de los confines del firmamento quien
envuelta en una ráfaga de vientos, solo alcanza
a decirte, tienes que decir adiós.
Si, tienes que decirle adiós; estás invirtiendo tu tiempo
en alguien que no te merece, por eso lo despides con el
alma, para borrar los buenos recuerdos y con el corazón,
para que sus latidos ya no te transporten más a esos malos
momentos tatuados en el pensamiento y así llenar ese
gran vacío que te aprisiona por no cerrar el ciclo
de su existencia. En ese instante siente que te mueres,
caes en un mundo de plena nostalgia, te resignas
a la espera, al temor y a la pena, porque
son tu compañía.
Hasta que el olvido se encargue de curarlo
todo y con el alma desmoronada, aguardas
en silencio hasta que un día vuelvas a ser
libre otra vez y ese día te librarás de sus
recuerdos y empezarás a volar hacia
otros mundos, a otros confines.
Allá en las lejanías empezarán
a cicatrizar tus heridas, justo al final, cuando te
diste cuenta de la fragilidad de esa relación.
El amor y el dolor muchas veces están ligados,
porque cuando el alma se desnuda ante una
persona amada y ésta nos profesa heridas, justo
en ese instante salta la fragilidad, dejas de
entender que vivir vale más que la vida misma,
el dolor puede convertirse en fortaleza
o sencillamente hace morir el
amor o mejor aun...
"Simplemente lo hace cambiar de lugar".
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