domingo, 8 de enero de 2017

EL DIFÍCIL MOMENTO DEL ADIOS...





La antesala de un adiós…!!! 





Como cada Domingo Siguiendo el artículo del Ing. Ramón 

Leonardo, se me hace imposible pasar por alto sus 

emotivas y acertadas palabras, salidas de la 

inspirada musa de su ser.


He aquí uno de los momentos mas triste del ser humano...


El adios..



Que difícil resultan las antesalas. Crean siempre

 incertidumbres. La inquietud de saber cuál será el final,

 te mantiene permanentemente sumido en un letargo.









 De todas las antesalas, la más engorrosa, la más 

inmanejable, la que encierra mayor carga de melancolía,

 es la antesala de un adiós. La dificultad radica en pensar 

que ya tu tendrás que apartarte o alejarte para siempre 

de alguien a quien quisiste desmedidamente, pero su

 indefinición en su accionar y sus mentiras, te llevan 

a ver y entender que el adiós es el antídoto para 

borrar los recuerdos y contrarrestar los efectos 

nocivos de unos sueños que 

murieron dentro de ti.







Cuando se acaba ese último pálpito de amor 

y el corazón deja de latir al pensarlo, 

y ese rayo de luz que nos recuerda aquel quemante 

sol que ahora se ha perdido en el lejano horizonte

 produciendo un frío profundo que te quema y te induce 

a un inevitable desenlace y te hace escuchar esa muda 

voz que proviene de los confines del firmamento quien

 envuelta en una ráfaga de vientos, solo alcanza 

a decirte, tienes que decir adiós.









Si, tienes que decirle adiós; estás invirtiendo tu tiempo 

en alguien que no te merece, por eso lo despides con el 

alma, para borrar los buenos recuerdos y con el corazón,

 para que sus latidos ya no te transporten más a esos malos 

momentos tatuados en el pensamiento y así llenar ese

 gran vacío que te aprisiona por no cerrar el ciclo 

de su existencia. En ese instante siente que  te mueres,

 caes en un mundo de plena nostalgia, te resignas

 a la espera, al temor y a la pena, porque 

son tu compañía.






 Hasta que el olvido se encargue de curarlo 

todo y con el alma desmoronada, aguardas

 en silencio hasta que un día  vuelvas a ser

 libre otra vez y ese día te librarás de sus

 recuerdos y empezarás a volar hacia 

otros mundos, a otros confines. 









Allá en las lejanías empezarán

 a cicatrizar tus heridas, justo al final, cuando te 

diste cuenta de la fragilidad de esa relación.






El amor y el dolor muchas veces están ligados, 

porque cuando el alma se desnuda ante una 

persona amada y ésta nos profesa heridas, justo 

en ese instante salta la fragilidad, dejas de 

entender que vivir vale más que la vida misma,

 el dolor puede convertirse en fortaleza 

o sencillamente hace morir el

 amor o mejor aun...

"Simplemente lo hace cambiar de lugar". 




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